Los nuevos métodos de edición del genoma que sirven para hacer cambios precisos en el ADN de organismos vivos podrían tener un impacto importante en la biotecnología agrícola. A principios de este mes la empresa de biotecnología vegetal Agrivida anunció que usará la edición genómica para crear variedades de cultivos más fácilmente digeribles por el ganado, lo que podría aumentar la productividad de las granjas que crían animales para consumo.
Agrivida usará un método de edición genómica ofrecido por Precision BioSciences, una empresa de biotecnología de Carolina del Norte (EEUU). La tecnología de Precision Biosciences emplea unas proteínas llamadas meganucleasas modificadas para adherirse a secuencias específicas del ADN y cortarlo. El fundador y presidente de Agrivida, Michael Raab afirma que su proyecto, principalmente, consiste en modificar las plantas para que ganado como el vacuno pueda extraer más energía de ellas.
Raab, uno de los Innovadores menores de 35 de MIT Technology Review en 2006, fundó Agrivida en 2002, centrado en la modificación de cultivos para su uso en biocombustibles. Cuando ese mercado se mostró lento, explica Raab, Agrivida adaptó sus métodos de modificación de cultivos al pienso para ganado.
Una de las variedades desarrollada por Agrivida es una cepa de maíz que produce una enzima que ayuda a las gallinas a extraer más fósforo del pienso. Casi todas las gallinas de Estados Unidos ya reciben esta enzima como complemento nutricional. Este tipo de complementos se suelen conseguir a base de microbios que después se añaden al pienso. Agrivida está desarrollando un maíz que produce la enzima liberadora de fósforo dentro de sus propios granos, usando un gen tomado prestado a un microbio.
La empresa también quiere aumentar la cantidad de energía que el ganado vacuno obtiene de rumiar material leñoso y hojas, afirma Raab. Gran parte del ganado vacuno estadounidense se alimenta de granos, que tienen una densidad energética elevada pero carecen de los materiales fibrosos que los animales necesitan para que sus sistemas digestivos especializados estén sanos. Necesitan algo que rumiar, e idealmente ese material fibroso también debería ofrecer nutrientes, explica el nutricionista animal de la Universidad Ohio State (EEUU) William Weiss. "El tallo del maíz es muy masticable, pero no es muy nutritivo. Si mejorásemos su digestibilidad, las vacas podrían rumiarlo y además conseguir energía".
Para impedir que las enzimas transgénicas perjudiquen a las plantas mientras crecen, Agrivida modifica sus enzimas para que estén latentes hasta activarse por el calor o cambios en el pH durante el procesado.
Fuente: http://www.technologyreview.es/read_article.aspx?id=45016
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